Con relativa frecuencia se duda de la fiabilidad de un proyecto cuando un emprendedor o pequeña empresa decide apostar por su idea, ya sean bancos, proveedores o incluso el consumidor final.
Todo necesita su tiempo, incluso para que las cosas salgan bien, más que bien o se queden en sólo un buen propósito.
El entrenamiento y la experiencia en el sector incrementa el porcentaje para hacer diana, desde luego.
Trabajar en comunicación me ha llevado a caminos variopintos, sectores alejados de mi horizonte profesional en los que he aprendido a desarrollar mi profesión en beneficio de la de otros.
Un retorno medible para algunas mentes despiertas, que no sólo saben hacer bien su trabajo, sino que además quieren comunicarlo aquí, allí, a ellos y a los de más allá. Y no hablo de Facebook, ni tampoco de Twitter.
En mis recetas para crear éxito nunca falta la colaboración directa con las principales agencias de comunicación del país, pues con su ayuda y mi dirección en la gestión de la marca, sus objetivos, el tono en el que nos dirigimos y los públicos estratégicos se consigue la técnica del goteo, que no empapa...pero cala.
Eso junto a acciones de valor añadido y diferencial hacen de esta maravillosa profesión, un reciclaje constante.
No es fortuito que todas las grandes compañías, instituciones y multinacionales del país trabajen con consultoras de comunicación, bajo la dirección sinergica de los dircom y dirmarkt.
Sin embargo, siempre hay un traje para cada persona. Un calzado para cada proyecto y unos complementos para alcanzar objetivos. Por pequeño o ambicioso que llegue a ser.
Hay sinergías de éxito. Esta fórmula difícilmente varía su rumbo, es la del éxito de todos.
Proyecto + dircom + agencia/consultora = Éxito.
Que 2015 tenga infinidad de proyectos con estos ingredientes. Un buen indicador de que las cosas se están haciendo bien; "Lex Artis".
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